Un enorme parasol de tela verde
Martín Prieto
$7.700,00
«Viajamos, era el año 2017, de París a Bretaña. No podía esperarme, como en el viaje anterior que dio inicio a esta ensoñación, ninguna revelación, ninguna noticia. Si entonces no tenía otra expectativa que dar una charla más o menos profesional que no defraudara ni a los estudiantes ni a los profesores que habían patrocinado mi visita, y en ese estado de tensa distracción se me fueron revelando, a partir del inmediato recuerdo de un poema de Saer y del modo de sentarme en el tren, muy confusamente, las primeras notas de lo que mucho tiempo después serían esta investigación y este ensayo, doce años más tarde me había convertido, a los efectos del viaje, en lo que Iain Sinclair llama ya no un paseante, sino “un acosador”. Aquel que hace un viaje completamente deliberado, de mirada afilada, con una meta, sin entretenerse, sin curiosear. Un viaje con una tesis y con una presa. Hacer, como Ricardo Rojas y Juan José Saer, el viaje de París a Bretaña en tren. Seguir, en Brest, las señas de Rubén Darío, alojarme, como él, en el hotel Continental. Cruzar a la península de Crozon, visitar el solar o las ruinas de la casa de Saint-Pol-Roux, ir, como Rojas, de La Pagode (o de lo que quedara de ella) a la bahía de Douarnenez, sentir, como Girondo, desde esas playas, el olor a sexo del mar. El acosador, dice Sinclair, es “un paseante que suda”».
Martín Prieto
Todos los ensayos de Un enorme parasol de tela verde pueden ser estimados como el testimonio de una experiencia crítica condensada, la de quien, desde su interés «por la historia y por la historiografía de la literatura argentina», ha perseguido a través de décadas esa pertinencia de lectura que exige localizar el punto adecuado entre la mirada temporal de largo alcance y la que se detiene en una conjunción adversativa al inicio de un verso.
Sergio Raimondi
Prólogo
Colección: ( Aura ( Colección Contemporánea
Año | 2023 |
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Idioma | Español |
Autorías | Martín Prieto |
Prólogo | Sergio Raimondi |
Ilustraciones | Daniel Scheimberg |
Páginas | 288 |
«Hay figuras –escritores, intelectuales– que por su capacidad y sus derivas artísticas y laborales se tornan omnipresentes en un determinado campo. Tal es el caso de Martín Prieto: es difícil pensar la literatura en Rosario, o un pensamiento sobre la literatura en Rosario sin él. Y eso es porque está presente en muchos de sus aspectos: la escribe, la lee por placer y también críticamente, la enseña, la reseña, organiza congresos sobre ella, la edita, la difunde y la coloca en la trama de la historia». «Un enorme parasol de tela verde: ensayos de Martin Prieto», La canción del país – La biblioteca salvaje
«Rojas, dice Prieto, es el primero en darse cuenta de la importancia de Rubén Darío en la literatura argentina y a la vez, al reubicar a la poesía gauchesca en el relato historiográfico, el que establece el canon de la literatura argentina del siglo XIX». Osvaldo Aguirre, Revista Ñ
«La experiencia crítica condensada se verifica en el primero de los ensayos, el que además le da nombre al libro. Allí, Prieto rememora un viaje en tren que hizo en 2005 de París a Bretaña para dar una charla en la universidad de Bretagne Sud». Pablo Debussi, Perfil
«…reuní mi interés por la obra de Saer con mi interés por la historia y por la historiografía de la literatura argentina. Y de ese doble interés surgen estas dos preguntas que son el eje del libro: ¿Qué le pasa a esa literatura nacional cuando entra un autor? ¿Qué le pasa a un autor cuando entra en esa literatura nacional?». Martín Prieto, Eterna Cadencia
« “Hay que atreverse” dice Sergio Raimondi al ver que Prieto adjetiva de “soberanos” los ensayos de César Aira, de “imperial” la obra de Juan L. Ortiz. Hay que atreverse. De eso está compuesta, felizmente, la prosa crítica que enarbola Un enorme parasol: de un desapego a los ruidos academicistas de la época y, al mismo tiempo, de un apego a “algunos criterios tradicionales de la vieja y perimida historia literaria”: autor, obra, valor, tradición, evolución literaria, condiciones sociales, espacios culturales, deseos de filiación y afiliación». Emiliano Rodríguez Montiel, El diletante
«Es especialmente disfrutable la precisión técnica con que lee poesía, en tiempos en que la métrica parece un saber arcano. Prieto enseña y escribe, como insiste con orgullosa provocación, “historia de la literatura argentina”, esa disciplina discutida desde sus propias condiciones de posibilidad. Un enorme parasol… se dedica sin dudas a la historia de la literatura, disimulada por su concepción fragmentaria (incluye trabajos de fuentes diversas) y por la gozosa deriva de sus argumentaciones». Federico Reggiani, Revista Otra Parte
«Rojas visita a Darío en Bretaña, en una residencia de artistas. Están unos días juntos y una mañana le dice: “Voy a ir a misa”, y le pregunta si lo quiere acompañar. Darío le dice que tiene calor, que no quiere, pero le presta un parasol. La imagen me parece extraordinaria: Rojas camina por la playa rumbo a misa, cubierto por un enorme parasol de tela verde. Mi idea es que todos nosotros, toda la literatura argentina del siglo XX y del siglo XXI, se es-
cribe bajo ese enorme parasol de tela verde. Todos escribimos amparados, a la sombra, de la obra de Rubén Darío». Martín Prieto, Barullo.