Juan L. Ortiz – Obra completa (2 volúmenes)
Juan L. Ortiz
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Esta nueva edición crítica de la Obra completa de Juan L. Ortiz, ampliada y revisada, se presenta en dos volúmenes. El primero corresponde a En el aura del sauce, un Libro único que Ortiz escribió a lo largo de toda su vida, publicado ahora autónomamente en un solo volumen por primera vez. Además de los trece libros que componen En el aura del sauce (1924-1971), se le suma al final la sección A la orilla del aura, que incluye los poemas que hubieran pertenecido al hipotético cuarto tomo de la edición de Editorial Biblioteca. El segundo volumen se denomina Hojillas, y allí se encuentra la «otra» producción de Ortiz: los poemas no incluidos en En el aura del sauce y también las prosas, los ensayos, las traducciones y la correspondencia. A esto se suma una cronología, una bibliografía, un dossier de ensayos y una importante sección de notas. Se destaca como motivo de la edición el emblemático poema «rosa y dorada…».
Esta obra fue realizada en coedición con Ediciones UNL.
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Colección: Tierra de Letras
Peso | 2,35 kg |
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Dimensiones | 25,5 × 17 × 9,5 cm |
Año | 2020 |
Páginas | 1694 |
Idioma | Español |
ISBN | 9789877491616 |
Autoría | Juan L. Ortiz |
Liminar | Olvido García Valdés |
Introducción | Sergio Delgado |
Coeditado con | Ediciones UNL |
«Poemas inéditos y abundantes cartas, artículos y traducciones conforman la parte más novedosa de la reedición de la obra completa de uno de los mayores escritores argentinos del siglo veinte». «Juan L. Ortiz. En el aura de un poeta sin igual», Osvaldo Aguirre, Clarín
«El trabajo de búsqueda de textos inéditos para la nueva edición de las obras completas se extendió por más de dos décadas e incluyó manuscritos, correspondencia y publicaciones de amigos de Ortiz como Carlos Mastronardi, Amaro Villanueva, Juan José Manauta, Emma Barrandeguy, Reynaldo Rosillo, Luis Emilio Soto y César Tiempo». «Juanele reeditado», Horacio Raúl Campos, Página/12
«Uno de los hallazgos que nos depara esta edición son los poemas juveniles de Ortiz, de los que se tenían referencias pero nunca se habían hallado muestras, poemas anteriores a 1924, rabiosos y crispados, probablemente a tono con su joven militancia pueblerina, aparecidos en los archivos del diario El Debate de Gualeguay. Y la otra joya, que nos acerca a un Ortiz casi desconocido, son las cartas, en especial las que durante al menos diez años cruza con César Tiempo, uno de los más importantes escritores del grupo Boedo y el principal contacto de Ortiz en Buenos Aires, el que con Mastronardi lo ayudó a publicar su primer libro y hacerse conocido más allá de su círculo cercano». «»En el aura del sauce» de Juan L. Ortiz, versión 2020», Mario Nosotti, Página/12
«Con la aparición de la Obra completa en el 96, más los números especiales dedicados a Juan L. en diferentes revistas de poesía (además del caso del Diario de Poesía del que hablábamos, hay una publicación muy relevante que es el número dedicado por Xul a Ortiz en 1997), llegamos quizá a esta noción o esta convicción de que Juan L. sería un “poeta clásico”, apelando a aquello que decía Borges acerca de los clásicos, en tanto libro que las sucesivas generaciones, por muy variadas razones, “leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad”. Pero, al mismo tiempo, un clásico es una obra de una riqueza constructiva tal, que facilita y produce que lectores muy variados y con horizontes muy diversos puedan sintonizar o puedan dialogar con ella a partir de lo que la misma obra renovadamente produce». «La belleza de lo inasible en la poesía de Juan L. Ortiz», entrevista a Fabián Zampini a cargo de Carlos Lescano, El Litoral
«Faro y emblema de un grupo de creadores que incluía a Juan José Saer, Marilyn Contardi, Alfredo Veiravé, Gola y Mario Medina, el poeta de Gualeguay solía espesar dos instancias, la amistad y el río, en sus poemas: «Me has sorprendido, diciéndome, amigo, que ‘mi poesía’/ debe de parecerse al río que no terminaré nunca, nunca, de decir». Bromeaba con que era un hombre sin biografía. Su poesía, «desvelo tiernísimo y herido que se ilumina a la vez de profecía», estaba sometida al cambio permanente». «Juan L. Ortiz, el escritor que se convirtió en mito», Daniel Gigena, La Nación
«Se ha escrito mucho sobre la analogía entre la poesía de Juan L. Ortiz y el río. Es un ejemplo acabado de un tema o concepto pero también de unas sensaciones y afectos, lo fluvial, vueltos materia del poema. Si sus versos fluyen, de largos variables, envolventes o deshilados, si las palabras o visiones retornan, los modos de edición y la concepción misma de la poesía como una totalidad con orillas pero en flujo constante, un caudal sonoro que crece y disminuye, hace a la idea fluvial. La última edición de su Obra completa, trabajo conjunto de la Universidad del Litoral y la Universidad de Entre Ríos, materializa acabadamente esta idea: un tomo para la poesía reunida, un tomo para la prosa y los textos de juventud, ambos de dimensiones y peso que permiten manejarlos con comodidad». Anahí Mallol, Otra Parte
«… la tipografía estilizada, que evoca la de la “inverosímilmente delgada máquina de escribir” del poeta, la ubicación de los números de página, la diagramación del colofón, la elección del rosa y dorado de las tapas de los tomos (en la que resuena el título de uno de los poemas de Ortiz privilegiados por Delgado para el análisis) hacen de estos dos volúmenes un objeto poético, sobredeterminado y suscitante. Cada una de esas decisiones puede leerse como marca de una investigación coral, densa y decantada, que permite que fuentes y contribuciones muy diversas se combinen de modo que lo completo de la obra siga respetando su carácter vivo, escurridizo, inacabado». Claudia Roman, revista Exlibris
«La crítica no se cansa de señalar que Juan L. Ortiz es un poeta que permaneció toda su vida en Entre Ríos, salvo algunas escapadas, por ejemplo a Buenos Aires y China. Pero pocos registran esta suerte de micro-geografía poética. Nadie es el mismo cuando cambia de casa, de barrio o de ciudad. Por más pequeño que sea el desplazamiento. Es posible tener varias vidas en una misma vida. La vida sedentaria no es necesariamente inmóvil». «Nueva edición del siempre vivo Juanele», entrevista a Sergio Delgado por Franco Giorda, 170 Escalones
«… sabiendo que los poemas tienen una forma gráfica muy particular, decidimos extraer, mediante el uso de líneas, esas formas tan características de la poesía de Ortiz. Es decir, recuperar la forma gráfica del poema de un modo abstracto y simple. Elegí no hacerlas muy gruesas para que se vean livianas, pero sin que se pierda el «dibujo» que se quería abstraer. En el tomo 1 esas líneas aparecen de modo horizontal, evocando el río, y en el tomo 2 de modo vertical, evocando las ramas de un sauce, si se quiere». «Juan L. Ortiz, en rosa y dorado», entrevista a Manuel Siri por Franco Giorda, 170 Escalones